Desde la entrada en vigor del estado de alarma en nuestro país debido a la pandemia provocada por la COVID-19 las consultas a psicólogos y psiquiatras han sufrido un aumento muy significativo. Del mismo modo, la venta de ansiolíticos se ha incrementado de manera casi proporcional. El estrés y la ansiedad debido a esta situación de incertidumbre que nos obliga a estar recluidos, adaptándonos a una realidad de futuro incierto, serían las causas más comunes que provocan estas consultas a profesionales especializados.
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Para hablarnos de todo esto hemos contactado con Emma García Mendoza, psicóloga clínica sanitaria y coach, para que nos ofrezca un poco de luz a todas estas cuestiones.
Nosolocine: Hola, Emma. Muchas gracias por atendernos.
Emma: Gracias a vosotros por poneros en contacto conmigo.
N: Antes que nada, ¿cómo estás?
E: Pues estoy con tristeza por todas las personas que han sufrido la peor parte, con la muerte de algún familiar o conocido. Manteniendo toda la tranquilidad posible en mi día a día y, como siempre, toda situación tiene una enseñanza para mejorar al ser humano y sacar lo mejor de uno mismo.
N: Desde que empezó el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 ha habido un aumento muy significativo de las consultas a psicólogos. ¿Es también tu caso?
E: Sí, ahora desde casa estoy trabajando online.
N: ¿Cuáles son las consultas más comunes?
E: El miedo a que les pase algo a sus familiares mayores, el cómo y el cuándo se va a poder salir de esta situación, muchos trastornos de ansiedad… Cuando hay un periodo largo mantenido en el tiempo de gran ansiedad desemboca al final en un estado depresivo por agotamiento mental. Se han disparado los TOC (trastorno obsesivo compulsivo) de contagio, y los que ya lo padecían se les ha agravado muchísimo.
N: ¿Qué motiva la aparición de estos estados?
E: El miedo, el no tener el control de la situación. El ser humano vive muy mal la incertidumbre, quiere y necesita controlar todo. Ante esta situación se ve desbordado y le genera muchísima ansiedad. También el sentirnos vulnerables física y emocionalmente, como nunca, ante el mayor miedo del ser humano: morir.
N: ¿Qué podemos hacer para llevar mejor este confinamiento y minimizar el estrés y la ansiedad?
E: Pues en cosas concretas te diría: ver menos TV respecto a noticias sobre el covid-19, evitar la sobreinformación; hablar con familiares, amigos, hacer videollamadas para hablar de cosas agradables, no de desgracias, transmitiendo tranquilidad; cualquier actividad que haga mover tu cuerpo, ya sea bailando, ejercicio, yoga, recoger cosas de casa… mantenerse activo; poner el foco en lo que estás viviendo, no en lo que podría ocurrir (momento presente): «Donde está tu atención está tu energía”. Y para mi, fundamental, meditar, aunque sean 15-20 minutos.
N: ¿Es posible que suframos algún tipo de secuela psicológica una vez volvamos a la normalidad?
E: Para mi sí. Va a haber un estrés postraumático. Esta situación ha sido de pronto y muy estresante emocionalmente, muy intensa, con muchas muertes (el primer instinto de supervivencia del ser humano es vivir).
Las personas que desgraciadamente han sufrido la pérdida de algún o algunos familiares, sin poderse despedir, está generando muchísimo trauma. El no tener un último adiós y no haber podido acompañar a ese familiar va a generar y ya está generando mucho shock. También habrá mucha ansiedad por el miedo a contagio propio y de los seres queridos. Un sentimiento de vulnerabilidad física y emocional constante. Una sobrecarga de situaciones estresantes, entre otras muchas más.
N: ¿Cómo podemos evitarlo?
E: Hay cosas que se pueden evitar pero otras que no. Si se te ha muerto alguien o has tenido alguien enfermo es una realidad que hay que vivirla, sentirla y aceptarla (duelo). Pero otras si es verdad que podemos evitar o mejorar. Te diría algunas como que cuando aparezcan sentimientos y emociones fuertes no las rechaces, déjalas fluir, actúa con la emoción no contra ella. Centrarnos en lo que dependa de uno, no en cosas que se escapen a nuestro control. Vivir el presente es muy importante, la angustia expectante de los pensamientos futuros de lo negativo que podría ocurrir es uno de los más peligrosos para nuestra salud mental.
N: ¿Crees que es positivo que dejen salir a los niños a la calle?
E: Sí, mucho pero hay que hacer tests y tomar medidas como llevar mascarillas y demás. Los niños tienen mucha vitalidad y energía que quemar y necesitan salir, tomar el aire y el sol. Para ellos es muy difícil entender de un día para otro no poder salir. Los padres también están saturados y eso sobrecarga los ambientes familiares. En Francia, en Suecia, en Alemania, en muchos otros países, los niños hace tiempo que están saliendo, con restricciones y con responsabilidad de los padres.
N: Tu marido es médico y no ha dejado de trabajar. ¿Cómo llevas esta situación teniendo además dos hijas?
E: Los sanitarios en general están hechos de otra pasta, eso para empezar. En casa se habla poco del tema porque no queremos que haya ambiente de miedo, sí de responsabilidad en las medidas que haya que tomar. Mis hijas saben del riesgo de su padre en lo que se refiere a trabajar en un hospital pero no lo estamos viviendo desde un tema obsesivo ya que desde la psicología es bien conocido como el miedo y el estrés afectan al sistema inmunológico. Si él se contagiase del covid -19 ya se vería, pero la anticipación de situaciones que no existen solo sirven para sufrir.
N: Además de psicóloga eres coach. ¿Qué te llevó a estudiar esta disciplina?
E: Me gustó cuando empecé a escuchar de qué iba el coaching. Me formé en Madrid, en el Instituto Europeo de Coaching, con unos profesores y compañeros de lujo. Mi trabajo es sobre todo desde la psicología como ciencia que estudia el comportamiento humano pero todo suma y es un buen complemento.
N: Tu consulta está en Huelva y, además de ejercer la psicología y el coaching, ofreces talleres, charlas, publicas consejos en tu canal de YouTube, en Facebook, Instagram… ¿De dónde sacas el tiempo?
E: Cuando haces lo que te gusta y apasiona no existe el tiempo. Soy una privilegiada y agradecida con la vida de poder hacer todo lo que hago que me encanta.
N: ¿Hay alguna frase o mantra que nos puedas recomendar?
E: Nuestra mayor libertad es la libertad de elegir nuestra actitud.
N: Muchas gracias, Emma. Ha sido una charla muy interesante.
E: Gracias a vosotros, siempre. Por aquí estoy para lo que necesitéis. Un abrazo